¿Cómo el sol daña tu piel? La versión original de este artículo ha sido revisada por la Dra. Beth McLellan, Dermatóloga Es fácil olvidarse del daño solar una vez que la quemadura solar desaparece, pero el daño que el sol puede causar en la piel no solo se limita a enrojecimiento e incomodidad en el corto plazo: es una amenaza grave para la salud de la piel. Los rayos ultravioleta penetran profundamente en las capas de la piel y pueden causar daños a largo plazo como envejecimiento prematuro y cáncer de piel. En este artículo, vamos a contarte todo sobre cómo el daño solar afecta la piel y los pasos que puedes tomar para reducir los riesgos. Cuanta más información tengas, mejor podrás cuidar y proteger tu piel. Y un adelanto rápido: proteger tu piel del sol implica algo más que usar SPF. ¿Que aprenderás?: Tipos de rayos UV ¿Qué es el fotoenvejecimiento? Signos de daño solar Cómo proteger tu piel del daño solar ¿Se puede revertir el daño solar? Tipos de rayos UV En primer lugar, debemos familiarizarnos con los factores externos que causan el daño solar: los rayos UV. Hay dos tipos principales de rayos UV que causan daño solar: UVA y UVB. Los rayos UVA (de onda más larga) activan la piel de forma poco saludable hasta que se broncea, pero no son los rayos responsables de las quemaduras solares. Los rayos UVA penetran a un nivel mucho más profundo y pueden provocan cáncer de piel y daños por envejecimiento prematuro. A diferencia de los rayos UVB, los rayos UVA impactan en la piel de forma constante durante el día. “Muchos de mis pacientes se sorprenden al saber que los rayos UVA pueden atravesar el cristal, por lo que el daño a la piel puede ocurrir incluso cuando estás cerca de una ventana o conduciendo”, dice la dermatóloga Dra. McLellan. Los rayos UVB (onda más corta) son los principales responsables de las quemaduras solares y provocan, también, daños por envejecimiento prematuro. Se absorben principalmente en las capas superiores de la piel y se consideran la causa común de la mayoría de los cánceres de piel. Aunque son más cortos que los rayos UVA, los rayos UVB son más intensos, especialmente durante las horas pico del día, que generalmente son entre las 10 a.m. y las 4 p.m., justo las horas del día en que es más probable que estemos en exteriores. “El valor numérico SPF que ves en tu protector solar indica qué tan bien te protege de los rayos UVB”, señala la Dra. McLellan. ¿Qué es el fotoenvejecimiento? Si has estado investigado sobre el daño solar antes, probablemente te hayas topado con la palabra "fotoenvejecimiento", que suena mucho más complicada de lo que realmente es. Fotoenvejecimiento es un término que se utiliza para describir todos los daños cutáneos proenvejecimiento (arrugas, líneas finas, tono desigual, manchas oscuras) que el sol y la luz pueden causar. El fotoenvejecimiento es un proceso que se va acumulando a lo largo de tu vida, cada vez que te expones al sol. "Siempre es interesante comparar una piel que ha estado protegida del sol con una piel expuesta sin protección en personas mayores; realmente se puede ver el daño que se produce durante toda una vida de exposición al sol", dice la Dra. McLellan. Aunque los rayos ultravioleta son los principales contribuyentes, no son las únicas formas de radiación que pueden provocar fotoenvejecimiento. La luz visible de alta energía, también conocida como luz HEV, y la luz infrarroja (que sentimos como calor) también contribuyen al daño de la piel y el fotoenvejecimiento. Signos de daño solar Más allá de las consecuencias obvias a corto plazo, como las quemaduras solares, el daño solar tiene repercusiones a largo plazo mucho más graves para nuestra piel. Básicamente, el daño solar destruye la capacidad de la piel para mantener muchos de sus componentes vitales como antioxidantes, ácidos grasos esenciales, ceramidas, ácido hialurónico y vitaminas. Nuestra piel necesita estos componentes para lucir en línea con el paso del tiempo y saludable. El daño solar crea la tormenta perfecta que causa un deterioro de la barrera que, por supuesto, puede provocar muchos otros problemas cutáneos indeseables. La exposición sin protección a la radiación ultravioleta puede incluso causar daños al sistema inmunológico, lo que afecta a nuestra salud de numerosas maneras. Además del cáncer de piel y el deterioro inmunológico, los signos a largo plazo del daño solar y las consecuencias de la exposición solar sin protección a los rayos UVA y UVB incluyen: Incremento de las arrugas y líneas de expresión Manchas en la piel y tono irregular Piel seca, afinada y con descamaciones Debilitamiento del soporte estructural de la piel, que produce pérdida de firmeza Acumulación de células muertas en las capas superficiales de la piel, que resulta en piel rugosa y apagada Como ves, el daño de los rayos UV es más de lo que suele pensar porque, además, no siente ningún dolor ni molestia mientras daña tu piel. Con el tiempo, esto causa anomalías en la piel, lo que resulta en las peores formas de envejecimiento de la piel y un mayor riesgo de desarrollar cáncer de piel. “Necesitamos acabar con la percepción de que un broncear la piel es saludable. Incluso sin desarrollar quemaduras solares, la exposición a los rayos UVA provoca daños en la piel”, dice el Dr. McLellan. ¿Cómo actúa la vitamina C? La vitamina C contribuye al buen funcionamiento de la piel mediante diferentes vías. Como antioxidante es capaz de suministrar a la piel las defensas necesarias para elevar su capacidad a la hora de neutralizar un exceso de radicales libres. Como ingrediente antienvejecimiento contribuye a reafirmar la arquitectura de la piel estimulando la síntesis de colágeno y la elastina. Como despigmentante regula la producción de melanina, combatiendo los factores que desencadenan el desarrollo de manchas y tono desigual. Una piel con buenas reservas de vitamina C es señal de una piel sana. Es un elemento básico para prevenir y corregir el daño oxidativo y mejorar los signos globales del envejecimiento. La aplicación tópica de un producto de vitamina C, cuando está formulado y envasado correctamente, puede ayudar a contrarrestar algunos de los efectos visibles (manchas, arrugas y pérdida de firmeza) que se producen. Cómo proteger tu piel del daño solar Honestamente, la prevención es la única manera de realmente salvar tu piel del daño solar. Una vez que tu piel está dañada, es posible realizar alguna reparación visible, pero no hay mucho más que se pueda hacer. Esta realidad revela la importancia de usar siempre un contorno de ojos y un protector solar con SPF30+ o PA++++ todos los días, llueva o haga sol. Aumenta hasta SPF 50 cuando sepas que estarás en exteriores por largos períodos de tiempo o si la intensidad del sol es 8 o superior en el índice UV. Las personas con mayores factores de riesgo siempre deben seguir la recomendación de SPF que les indique su médico. Recuerda: Nunca es demasiado tarde para empezar a usar un SPF, pero cuanto antes, mejor. Te sorprenderá lo rápido que tu piel comenzará a verse y sentirse más saludable una vez que empieces a protegerla de la luz ultravioleta. “El protector solar no debería ser sólo para la playa; recomiendo a todos que incorporen protector solar en las áreas expuestas como parte de su rutina diaria normal para obtener la mejor protección”, dice la Dra. McLellan. Ten en cuenta que si vas a estar en exteriores por largos períodos de tiempo o sudando, necesitarás volver a reaplicar tu SPF regularmente (si no estás en el agua, entonces cada dos horas; si estás en el agua o sudas mucho, más a menudo). Solo así podrás asegurarte de obtener una buena protección. Además, ten en cuenta que algunos medicamentos y productos para el cuidado de la piel pueden hacer que tu piel sea más sensible al sol. Consulta a tu médico a farmacéutico si no estás seguro de los riesgos de exposición al sol de cualquier medicamento que tomes habitualmente. Un par de consejos de prevención más: los labios también pueden dañarse con el sol. Protégelos siempre con un bálsamo labial que incluya SPF y vuelve a aplicarlo regularmente porque comer, beber e incluso hablar hará que su efecto desaparezca. "No olvides tu cuero cabelludo, tus orejas y tus manos", recuerda la Dra. McLellan. “Muchas personas se concentran en proteger su rostro pero se olvidan de estas otras áreas vulnerables. La prevención del daño solar no se limita al uso de un protector solar. Otras medidas de protección son igualmente vitales e incluyen el uso de un sombrero, gafas de sol (la luz ultravioleta causa muchos problemas oculares comunes que asociamos con el envejecimiento) y ropa con clasificación UPF. Además, evita siempre que puedas el sol del mediodía y busca la sombra cuando puedas. ¿Se puede revertir el daño solar? No, el daño solar no se puede revertir al 100%, pero existen productos para el cuidado de la piel que pueden ayudar a disminuir la apariencia de los efectos del envejecimiento de manera sorprendente, algunos de ellos son: Exfoliantes AHA o BHA: ayudan a eliminar la acumulación de células muertas causada por la exposición al sol, restaurando la suavidad, mejorando el tono de la piel y dando como resultado una piel más radiante y luminosa. También contribuyen a mejorar la sensación de firmeza y tersura. Retinol: previene y disminuye visiblemente la aparición de arrugas y otros signos de envejecimiento provocados por los efectos nocivos del sol. Vitamina C: ilumina drásticamente y ayuda a unificar el tono desigual de la piel provocado por la exposición al sol. Sérum antioxidante: ayuda a proteger la piel contra el daño ambiental (incluidos los contaminantes del aire) y aumenta la eficacia de tu SPF. Hidratante fortificante de la barrera: nutre, hidrata y repara la barrera de la piel, ayudando a reforzar las defensas y prevenir futuros daños. El daño solar puede parecer aterrador, lo entendemos. Pero recuerda, cuanto antes actúes, mejor podrás proteger tu piel a largo plazo. Años después, no verás tantos signos de envejecimiento como en otras personas de tu misma edad. Tu piel reflejará el paso del tiempo de una forma más saludable y uniforme. Referencias científicas de este artículo: 1. Cleveland Clinic, Accessed July 2023, Webpage 2. International Journal of Molecular Sciences, February 2021, ePublication 3. Photodermatology, Photoimmunology and Photomedicine, January 2018, pages 50-59 4. Journal of Cosmetic Dermatology, February 2020, pages 407-415 5. Biomed Research International, December 2016, pages 1-10