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La piel deshidratada a menudo se ve y se siente como una piel seca, pero hay una gran diferencia entre las dos: la piel deshidratada es una condición de la piel producida por la carencia de agua (por varias causas) y la piel seca es un tipo de piel que se caracteriza por su poca producción de grasa. Es más, una piel deshidratada, puede producir una cantidad normal o incluso excesiva de grasa.
Qué significa “piel deshidratada” es algo que nos preguntan con frecuencia. Y es que existe mucha confusión sobre qué es y cómo se ve la piel deshidratada. Una parte importante de la confusión es que el término "piel deshidratada" a menudo se usa indistintamente para referirse a la "piel seca" o "piel mixta", pero no son lo mismo. La piel deshidratada puede producirse en todos los tipos de piel y no es exclusiva de las pieles secas o mixtas.
Una vez que comprendas las diferencias entre piel deshidratada y piel seca o mixta, será mucho más fácil encontrar los mejores productos y elaborar una rutina de cuidado de la piel adecuada para que puedas ver tu piel suave, brillante y tersa.
Tener un tipo de piel seca es fácil de reconocer. La piel seca con frecuencia se siente tirante y no da muestras de grasa. Es un tipo de piel con el que muchas personas nacen y está determinada por la densidad de las glándulas sebáceas en la piel. Esta situación rara vez fluctúa y la piel se siente seca durante todo el año. Es cierto que la sensación de sequedad puede empeorar según el clima, la estación o la actividad, pero independientemente de esto, sin unos buenos productos para el cuidado de la piel, la sensación de sequedad y tirantez persistirá.
La piel mixta es un tipo de piel que combina áreas grasas, generalmente en la zona T (nariz, mentón y centro de la frente) con áreas secas (laterales del rostro y mejillas).
Como dijimos anteriormente, la piel deshidratada puede verse y sentirse similar a la seca (o las zonas secas en la piel mixta), pero hay una gran diferencia: la piel deshidratada tiende a aparecer y desaparecer, no persiste.
Otra característica de la piel deshidratada es que a menudo va acompañada de una producción normal o incluso excesiva de grasa en la piel. A pesar del exceso de grasa, la piel todavía se siente tirante o seca, y estos signos suelen ir acompañados de pequeñas descamaciones. Esta condición puede resultar en ocasiones, muy frustrante.
Si bien la piel deshidratada puede ser causada por diferentes factores, la mayoría de las veces es el resultado del uso de productos para el cuidado de la piel agresivos o que sensibilizan la piel, alterando la barrera y el microbioma. También puede desarrollarse por el mero hecho de haber usado productos inadecuados para el tipo de piel, lo que conduce a un desequilibrio. En resumen, la deshidratación puede revelar que a tu piel no le gusta lo que estás haciendo con ella.
Aplicar ingredientes como el alcohol desnaturalizado (o alcohol SD), el mentol, la menta o las fragancias (sintéticas o naturales) pueden resecar la superficie de la piel y dejarla con una sensación de deshidratación. También estimulará la producción excesiva de grasa en la base del poro, por lo que la piel terminará siendo más grasa y más propensa a desarrollar poros obstruidos.
Lo mismo puede suceder cuando usas exfoliantes abrasivos o cepillos de limpieza de cerdas duras. Todos estos ingredientes y productos dañan la superficie de la piel, y sabemos que conservar la barrera intacta es extremadamente importante para una piel de apariencia saludable.
Usar la combinación incorrecta de productos o usar ciertos productos con demasiada frecuencia puede complicar las cosas. Por ejemplo, aunque un exfoliante AHA o BHA, un producto de vitamina C de alta potencia y una alta concentración de retinol pueden tener beneficios sorprendentes para la piel, usarlos todos los días y a la vez, puede resultar en una apariencia y sensación de deshidratación, con exceso de grasa.
Eso sí, cada piel es única, por lo que es importante prestar mucha atención a cómo responde tu piel a productos más potentes como estos. Según cómo responda tu piel, deberás ajustar el uso para obtener los mejores resultados. Recuerda que para este tipo de productos, el uso de una o dos veces al día no es obligatorio para ver una mejora. Es un acto de equilibrio y su objetivo no es aportar potencia a costa de producir irritación.
Lo más importante que puedes hacer para cuidar la piel deshidratada es evaluar tu rutina de cuidado de la piel y dejar de usar productos fuertes y sensibilizantes. Para ello: