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Si quieres conseguir un look de maquillaje impecable es imprescindible saber identificar el tono y subtono de tu piel. Descubre por qué son importantes para encontrar la base de maquillaje perfecta para tu rostro. Es algo que los mejores maquilladores pueden hacer casi de forma automática, pero por desgracia no todos tenemos esa habilidad. Seguro que en alguna ocasión te has preguntado: ¿cuál es mi tono de piel? Te aseguramos que averiguarlo es mucho más fácil de lo que te crees y te cambiará la vida.
Determinar el tono de tu piel es bastante sencillo. Sigue las instrucciones que te detallamos y lo conseguirás. ¡Empezamos! Para empezar los tonos de piel se dividen en cuatro categorías: claro, luminoso, medio y oscuro.
Claro: cómo implica su nombre es el tono ´más claro’. Si este es tu tono es probable que tengas el cabello rubio o pelirrojo y tiendas a quemarte fácilmente con el sol.
Luminoso: tu piel es bastante clara pero tienes un aspecto 'más cálido' y tiendes a broncearte, en lugar de quemarte con el sol.
Medio: siempre te ves bastante bronceada y tu piel tiene un aspecto cálido, dorado u oliva.
Oscuro : este es el tono de piel más profundo. Es muy rico en melanina.
Identificar el subtono de la piel es algo mucho más sutil. El subtono es el tono de color que tienes debajo de la superficie de la piel. A diferencia del tono, que cambia con la exposición al sol o con problemáticas como la rosácea o el acné, el subtono siempre es el mismo.
Averiguar qué subtono tienes te ayudará a encontrar la base de maquillaje que mejor se adapte a tu piel. Seguramente cuando has ido a comprar una base de maquillaje has escuchado los términos "frío", "cálido" y "neutro". Pero ¿qué significan estos términos?
Subtono de piel frío: piel con toques de azul, rosa o tez rojiza.
Subtono de piel cálido: la piel se torna amarillenta, melocotón o dorada.
Subtono de piel neutro: no tienes matices obvios rosados ni amarillos, el color natural de la piel es más evidente.
Cuando sepas si tu subtono es cálido, frío o neutro, entonces podrás elegir la base que mejor se adapte a tu piel. De esta forma, conseguirás un aspecto natural y evitarás la piel de aspecto apagado Ten en cuenta que si usas una base que no va con el subtono de tu piel, tu rostro se verá (demasiado) anaranjado, rosado, rojizo o grisáceo.
Tu tono de piel es el más evidente a simple vista, pero puede verse afectado por factores externos, como la exposición al sol o algunas problemáticas de la piel. Por el contrario, el subtono de piel es más sutil y siempre será el mismo.
Hay varias formas de determinar el subtono de tu piel. Comienza mirando la parte interior de tu brazo, donde el subtono se aprecia bastante bien. Este área está normalmente protegida del sol, por lo que no se daña fácilmente. De esta forma podremos identificar mucho mejor si tenemos un subtono frío, neutro o cálido.
Si sigue sin quedarte claro cómo puedes averiguar cuál es tono y subtono de piel, no te preocupes, seguimos dándote todas las claves de la colorimetría en el maquillaje.
Responde a esta pregunta ¿tu piel se broncea fácilmente y rara vez se quema con el sol? Si es así, probablemente te inclines por un subtono cálido o neutro. Si no es así, es probable que tu piel se incline hacia un subtono frío. Eso sí, sea cual sea tu subtono recuerda que tienes que proteger tu piel siempre de los efectos de sol.
Segunda pregunta ¿tus venas se ven azuladas o de un morado más profundo? Si la respuesta es afirmativa es probable que estés en el espectro de subtonos fríos. Si sus venas se ven verdosas, lo más probable es que tu piel se incline hacia un subtono cálido. Si tienes dificultad para identificar si las venas se ven verdosas o azuladas es probable que estés en un subtono neutro.
Tercera pregunta ¿te sienta bien la plata o el oro? Dejando a un lado las preferencias personales, los subtonos fríos tienden a verse favorecidos por el color plata mientras que los subtonos cálidos se ven mejor con complementos dorados. Los subtonos de piel neutros están de suerte porque se ven igual de bien en ambos.
¿Tu piel se ve algo grisácea? Es posible que seas la excepción y tengas lo que se conoce como "piel oliva" que es una subtono neutro con un toque ligeramente amarillo. La piel oliva es algo muy específico, pero no es neutro, como algunos suelen llamarlo.
¿Qué pasa si tengo un tono de piel desigual, significa que tengo más de un tono? Aunque una buena base puede ayuda homogeneizarla, el secreto es el uso de productos para el cuidado de la piel que contengan ingredientes homogeneizadores del tono y que alisen la textura. Puedes ayudarte con algún producto a base de vitamina C o niacinamida, dos componentes que han demostrado lograr un tono de piel más uniforme.
Una vez hayas identificado el subtono de tu piel, tenemos que advertirte que usar una bases frías o cálidas no siempre puede que sea la opción más favorecedora. Por ejemplo, algunas bases etiquetadas como frías pueden terminar haciendo que la piel se vea demasiado rosada, y las bases cálidas pueden hacer que la piel luzca demasiado amarillenta. El objetivo es seleccionar una base de maquillaje neutra que encaje con el subtono de tu piel. Nunca querrás que tu base sea demasiado rosada, demasiado amarillenta o demasiado grisácea.
Si tienes un subtono frío, es importante que la base contenga matices ligeramente rosados o rosa azulados. Si tu subtono es cálido, entonces la base debe tener matices amarillos o dorados muy, muy sutiles.
Por supuesto, siempre hay excepciones. Si tienes un tono de piel de medio a oscuro con un matiz rojizo, es probable que te veas mejor con una base que tenga un toque de rojo parduzco, pero no cobre, naranja o melocotón.
Las bases 100 % neutras pueden parecer las perfectas para la piel oliva, pero es mejor experimentar con bases que tengan matices ligeramente dorados para suavizar el tono verdoso de la piel.
Te animamos a que experimentes, porque el factor decisivo es probar la base en tu rostro y observar los resultados a la luz del día. Es especialmente importante mirar la línea de la mandíbula después de la aplicación: si ves una marca notable entre el cuello y la cara, entonces no es la base correcta.
Aunque pueda parecer complicado y excesivo, merece la pena hacer el ejercicio porque una vez que encuentres la base adecuada , todo lo demás se vuelve mucho más fácil. ¡Te sorprenderán lo naturales que pueden ser los resultados!