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El uso de siliconas en el cuidado de la piel

Existen numerosas formas de silicona que se utilizan en productos cosméticos, en particular en productos para el cuidado de la piel que no se aclaran y todo tipo de productos para el cuidado del cabello. Quizás las formas más comunes de silicona son el ciclopentasiloxano y el ciclohexasiloxano. Otras formas incluyen varios tipos de dimeticona y feniltrimeticona.

¿Qué es la silicona?

La silicona es una sustancia derivada del sílice (la arena, por ejemplo, es un sílice). Sus propiedades le permiten deslizarse con gran facilidad en sus diversas formas. Adquiere un tacto sedoso en la piel, es emoliente y aglutina las partículas disueltas en agua, incluso cuando la piel está húmeda. Algunas de sus formas se usan para curar heridas y mejorar el aspecto de las cicatrices.

La silicona y el acné

No hay estudios que confirmen que las siliconas pueden causar o empeorar el acné, ni tampoco hay estudios que aseguren que irriten o "asfixien" la piel. Casi todas estas afirmaciones son mitos o se basan en una evidencia anecdótica, que no es la mejor manera de determinar la seguridad o eficacia de un ingrediente cosmético.

¿La silicona ocluye o "asfixia" la piel?

¿Cómo sabemos que no lo hace? Las propiedades moleculares de las siliconas son al mismo tiempo porosas, aglutinadoras y resistentes al aire. Para entender bien esto piensa en cómo hacemos un té. Cuando sacamos la bolsita de té de la caja, las hojas de té se mantiene dentro de la bolsita, ¿verdad? Sin embargo, cuando la sumergimos en agua caliente, se libera la esencia de las hojas té y todas sus propiedades antioxidantes. Pues bien, la silicona sería la bolsita que contiene las hojitas de té, las hojitas de té los ingredientes activos y el agua caliente la piel. Cuando la silicona se aplica en la superficie de la piel los ingredientes que contienen se "liberan". Algunos de esos ingredientes se quedan en la superficie y otros se absorben. Pero de una forma u otra estamos aportando activos a la piel. En realidad, todos los cosméticos utilizan algún tipo de "bolsita de té" para llevar los activos a la piel. Por ejemplo, existen medicamentos tópicos que su bolsita de té es la vaselina o el aceite mineral. Estos componentes son mucho más eficaces evitando la pérdida de humedad que la silicona. Aun así, las siliconas se han utilizado en unidades de quemados durante años debido a sus propiedades únicas de curación, protección y transpiración.

Además, la estructura molecular de las siliconas hacen que sea imposible que ocluyan o "asfixien" la piel. Su estructura está formada por moléculas grandes con espacios amplios entre cada molécula. Esto le permite formar una barrera transpirable pero que es capaz de evitar la pérdida de humedad. Esta estructura única es la causa de que las siliconas rara vez se sienten densas sobre la piel.

¿La silicona obstruye los poros?

No. Es más, se ha demostrado que la silicona es útil para compensar la sequedad y la descamación de los ingredientes activos que a veces se usan para combatir el acné, como el peróxido de benzoilo y los antibióticos tópicos. Piensa, además, que muchas veces se usan rellenos de silicona para mejorar la apariencia de las cicatrices del acné. Esto nunca se haría si la silicona obstruyese los poros. A esto hay que sumar que, desde el punto de vista químico, la mayoría de las siliconas son sustancias volátiles. Su textura, que al inicio puede resultar viscosa (espesa) se evapora rápidamente y no penetra en los poros. Otra prueba de por qué las siliconas no pueden obstruir los poros ni causar puntos negros o acné. Es más, está demostrado que ayudan a garantizar una "entrega" uniforme de los ingredientes activos y dejan una sensación sedosa, casi imperceptible, que mejora notablemente la textura y la apariencia de la piel. Piensa en ellas como una barrera transpirable que protege la piel mientras apenas se siente o deja residuos.

Referencias científicas de este artículo: Journal of Wound Care, July 2000, pages 319–324, The Chemistry and Manufacture of Cosmetics, Volume 3, Book 2, Allured Publishing Corporation, 2002, pages 833-839, Cutis, October 2008, pages 281-284, Dermatology Research and Practice, October 2010, Epublication.