¿El alcohol es malo para el cuidado de la piel?

En internet existe una gran cantidad de información que puede provocar cierta confusión sobre el uso de los alcoholes en el cuidado de la piel, ya que hay opiniones a favor y en contra. Sin embargo, las investigaciones científicas lo dejan perfectamente claro, si el alcohol es el componente principal en cualquier producto para el cuidado de la piel, puede ocasionarnos un problema en nuestra barrera de la piel y causar muchos otros problemas.

Sabemos que es muy difícil convencer a todo el mundo, pero sí aconsejamos firmemente no utilizar productos que contengan alcohol como ingrediente principal. Para ello, revisa siempre el listado de ingredientes antes de comprar un producto. Si el alcohol puede generar tantos problemas, ¿por qué se utiliza en cosmética? Ahora te lo explicaremos con todo tipo de detalle, pero, primero, queremos ser específicos con el tipo de alcohol que queremos que evites en tu rutina.

Alcohol malo vs. bueno en fórmulas cosméticas

Cuando hablamos de la preocupación por la presencia de alcohol en productos para el cuidado de la piel, cremas hidratantes solares, productos para pieles propensas al acné o maquillaje, nos referimos a un tipo de alcohol con efecto secante. En la etiqueta podrás ver que aparece como alcohol SD, alcohol isopropílico alcohol, o incluso alcohol desnaturalizado.

Estos tipos de alcoholes nos pueden resultar muy atractivos, sobre todo para las personas con tendencia a pieles grasas. Tienen una acción de secado rápido, desengrasan la piel de inmediato y son ligeros. Por ejemplo, el alcohol desnaturalizado es utilizado para las cremas hidratantes solares, puesto que, hace que la fórmula sea menos grasosa. Otro de los tipos de alcohol que hay que evitar, es el bencílico que se utiliza en las fragancias. Cualquier beneficio que nos puede aportar a corto plazo nos causará problemas a largo plazo.

En la compra de tus productos fíjate siempre en la etiqueta y si ves estos tipos de alcohol en los primeros seis componentes del producto, te recomendamos que los evites, porque te causarán irritación en la piel. Nos guste o no, es la realidad. No son buenos para ningún tipo de piel Entonces, ¿tengo que evitar el alcohol en los productos del cuidado de la piel? Los que te acabamos de nombrar, te recomendamos que sí. Producen sequedad, alteración del microbioma y la barrera de la piel, y una alteración en la forma en la que la piel se regenera, renueva y rejuvenece. Estos tipos de alcoholes debilitan todo lo relacionado con la piel.

¿Qué son y qué ocurre con los alcoholes grasos en el cuidado de la piel?

Esto es otro tema. Mientras que cuando se utiliza el alcohol hisopeo isopropílico en el cuidado de la piel o etanol surgen problemas, existen otros tipos de alcoholes, conocidos como los alcoholes grasos, que no son irritantes y pueden ser muy beneficiosos para la piel. Algunos de estos tipos de alcohol son el cetílico, el estearílico y el cetearílico. Todos estos son alcoholes aportan beneficios a la piel seca, y en pequeñas cantidades también para cualquier tipo de piel, ya que tienen una textura agradable y ayudan a que los ingredientes se mantengan estables en los productos. Es importante diferenciar estos tipos de alcohol, que sí tienen efectos positivos para nuestra piel, de los anteriores, que son problemáticos.

Del mismo modo, es posible que hayas leído o escuchado que el alcohol es un factor que ayuda a que otros componentes como el retinol y la vitamina C sean absorbidos por la piel de manera más efectiva. Es cierto. Pero también es cierto que el alcohol daña la superficie de la piel y las mismas sustancias que la mantienen saludable a largo plazo. Existen otras formas más suaves de obtener buenos ingredientes en la piel, sin dañar su capa externa, un problema que causa más problemas que beneficios.

Alcohol en el cuidado de la piel con acné y la piel grasa

Si tienes una piel grasa, es probable que te resulte tentador el uso de productos a base de alcohol porque ofrecen un acabado mate inmediato. Irónicamente es un beneficio trampa a corto plazo. A largo plazo utilizar alcohol isopropílico nos provocaría un aumento de la aparición de granos y la dilatación de los poros.

Ten en cuenta además: El alcohol, en realidad, puede aumentar la producción de sebo, por lo que el efecto desengrasante inmediato finalmente se contrarresta, lo que hace que la piel grasa se vea aún más brillante.

Conclusión sobre el alcohol en los productos para el cuidado de la piel

Según el resultado de los estudios, está claro que el alcohol daña la superficie protectora de la piel, agota las sustancias vitales necesarias para una piel sana y empeora la oleosidad. En pocas palabras, acelera el envejecimiento de la piel. Son muchas las opciones que existen para evitar los productos que contengan estos tipos de alcohol isopropílico en el cuidado de la piel o el etanol en el cuidado de la piel.

La excepción de la norma la tenemos en los desinfectantes de manos. Estos productos requieren al menos un 60 % de alcohol (etanol) para eliminar con mayor eficacia los virus y gérmenes que causan enfermedades. Es preferible el agua y el jabón para la higiene de las manos durante todo el día, pero en caso de poder tener acceso a este método, usar un desinfectante de manos es la segunda mejor opción. La exposición al alcohol no es la mejor idea, pero a diferencia del alcohol en el cuidado de la piel de la cara, los desinfectantes de manos a base de alcohol tienen un propósito necesario para proteger la salud.

Referencias científicas de este artículo:

 

  • Journal of Hospital Infection, August 2019, pages 419-424
  • Journal of Investigative Dermatology, October 2018, pages 2,234-2,243
  • International Journal of Cosmetic Science, April 2017, pages 188-196
  • Toxicology and Applied Pharmacology, November 2014, pages 109-117
  • Drug Design, Development and Therapy, November 2015, pages 6,225-6,233
  • The Journal of Allergy and Clinical Immunology in Practice, March 2013, pages 195-196
  • Biochimica et Biophysica Acta, May 2012, pages 1,410-1,419
  • Experimental Dermatology, October 2009, pages 821-832
  • Journal of Occupational Medicine and Toxicology, November 2008, ePublication
  • International Journal of Toxicology, Volume 27, 2008, Supplement pages 1-43

 

 

Artículos relacionados

Referencias científicas de este artículo:

  • Biochmica et Biophysica Acta (BBA), volume 1818, issue 5, May 2012, pages 1410–1419
  • Skinmed, January-February 2011, pages 15
  • Journal of Investigative Dermatology Symposium Proceedings, August 2009, pages 20–24
  • Clinical Dermatology, September-October 2004, pages 360
  • Journal of Investigative Dermatology, October 2003, pages 275-284
  • Journal of Hospital Infection, volume 55, issue 4, December 2003, pages 239–245
  • Experimental Dermatology, October 2003, pages 17-23
  • Alcohol, volume 26, issue 3, pages 179–190
  • Dermatologic Clinics, volume 16, issue 1, January 1998, pages 25–47
  • http://pubs.niaaa.nih.gov/publications/arh27-4/277-284.htm.